Errores al cambiar calzado para correr durante entrenamiento

Al momento de practicar cualquier deporte, especialmente aquellos que implican un alto impacto en las articulaciones, es fundamental utilizar el calzado adecuado. Esto es particularmente relevante en el caso de correr, ya que cada paso genera una gran cantidad de fuerza que repercute en los pies y piernas. Por tanto, es esencial elegir el calzado correcto para evitar lesiones y maximizar el rendimiento.
Sin embargo, a menudo cometemos errores al comprar o cambiar nuestro calzado para correr durante el entrenamiento. Ya sea por falta de conocimiento o por dejarnos llevar por modas o tendencias, estas decisiones erróneas pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud. En este artículo, identificaremos algunos de los errores comunes al cambiar de calzado para correr y explicaremos cómo evitarlos.
- No considerar el tipo de pisada
- No elegir el calzado adecuado para el terreno de entrenamiento
- No considerar las necesidades individuales
- No reemplazar el calzado a tiempo
- No probar el calzado antes de comprarlo
- No tener en cuenta el presupuesto disponible
- No prestar atención a las recomendaciones de otros corredores
- No considerar el momento adecuado para cambiar de calzado
- No investigar sobre nuevas tecnologías y avances en el calzado deportivo
No considerar el tipo de pisada
Uno de los errores más frecuentes al comprar calzado para correr es no considerar el tipo de pisada. Cada persona tiene una forma única de pisar, ya sea pronador (el pie se inclina hacia adentro), supinador (el pie se inclina hacia afuera) o neutro (el pie no se inclina hacia ningún lado). Esta elección afecta directamente el tipo de calzado que se necesita para amortiguar y estabilizar la pisada.
Al no tener en cuenta este factor, podemos terminar utilizando un calzado que no se adapte bien a nuestra forma de correr. Esto puede generar descompensaciones y esfuerzos adicionales en las articulaciones, aumentando el riesgo de lesiones como esguinces o tendinitis.
Para evitar este error, es recomendable consultar con un especialista en biomecánica o un podólogo deportivo que pueda realizar un análisis de la pisada y determinar el tipo de calzado más adecuado. También podemos observar la huella que dejamos al correr sobre una superficie, ya sea en la arena de la playa o sobre papel periódico mojado, para identificar si tenemos una pisada pronadora, supinadora o neutra.
No elegir el calzado adecuado para el terreno de entrenamiento
Otro error común al cambiar de calzado para correr es no tener en cuenta el tipo de terreno en el que se realizarán los entrenamientos. Dependiendo de si corremos en asfalto, tierra, pista o montaña, necesitaremos distintas características en nuestro calzado.
Por ejemplo, si corremos principalmente en asfalto, necesitaremos un calzado con una suela que brinde un buen agarre en superficies duras y resistentes al desgaste. Si, en cambio, corremos en montaña o terrenos irregulares, deberemos elegir calzado con mayor tracción y estabilidad para evitar resbalones y torceduras.
No tener en cuenta este aspecto puede llevarnos a utilizar un calzado que no proporciona la protección y el rendimiento adecuados para el terreno en el que corremos, lo que aumenta el riesgo de lesiones y disminuye el rendimiento deportivo.
Es fundamental investigar y conocer las características específicas que debe tener el calzado para el tipo de terreno en el que corremos. Además, es aconsejable siempre buscar la asesoría de un experto en calzado deportivo para asegurarnos de tomar la decisión correcta.
No considerar las necesidades individuales
Cada corredor tiene distintas necesidades y requerimientos al momento de elegir un calzado para correr. Algunos pueden requerir un calzado con mayor amortiguación debido a una mayor carga en las articulaciones, mientras que otros pueden preferir un calzado más ligero para aumentar su velocidad.
No tener en cuenta nuestras necesidades individuales puede llevarnos a utilizar un calzado que no se adecúe a nuestro estilo de correr o a nuestras características físicas, lo que puede afectar negativamente nuestro rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.
Es fundamental conocer nuestras propias necesidades y características al momento de elegir nuestro calzado para correr. Esto incluye el peso, el tipo de pisada, el terreno de entrenamiento y cualquier condición médica o lesión previa que podamos tener. El calzado debe ser personalizado y adaptado a nuestras necesidades específicas.
No reemplazar el calzado a tiempo
Cuando se trata de calzado deportivo, es fundamental reemplazarlo a tiempo. Cada par de zapatillas tiene una vida útil determinada que depende del uso que se les dé y del tipo de terreno en el que se corra. Usar calzado desgastado puede aumentar significativamente el riesgo de lesiones.
El error común es no cambiar el calzado a tiempo y seguir utilizándolo más allá de su vida útil. Esto puede provocar una disminución en la capacidad de amortiguación y estabilidad del calzado, lo que puede aumentar el impacto en las articulaciones y aumentar el riesgo de lesiones.
Es recomendable estar atentos a los signos de desgaste en la suela y el interior del calzado, como la pérdida de agarre, la deformación de la suela o la aparición de desgarros en el material. Se recomienda cambiar el calzado cada 500 a 800 kilómetros, aunque esto puede variar dependiendo del corredor y del tipo de zapatilla.
No probar el calzado antes de comprarlo
Uno de los errores más graves es comprar calzado para correr sin probarlo antes. Aunque pueda parecer obvio, muchas personas caen en la tentación de hacer compras en línea o basarse únicamente en la recomendación de alguien más sin verificar si el calzado se adapta correctamente a sus pies.
El calzado para correr debe ser probado antes de comprarlo para asegurarse de que se ajuste adecuadamente y sea cómodo. Los pies pueden cambiar de tamaño o forma con el tiempo, y diferentes marcas pueden tener variaciones en las tallas. Un calzado que no se ajuste correctamente puede generar roces, ampollas o incluso lesiones más graves.
Es recomendable acudir a una tienda especializada en calzado deportivo y probar diversas marcas y modelos antes de tomar una decisión de compra. Además, es aconsejable probar el calzado en la tarde o después de una actividad física, cuando los pies están más hinchados y similares a cómo estarán durante una carrera.
No tener en cuenta el presupuesto disponible
Aunque es importante invertir en un buen calzado para correr, también es esencial tener en cuenta nuestro presupuesto disponible. Los precios de las zapatillas deportivas pueden variar significativamente, y puede ser tentador ceder ante la tentación de las últimas novedades o marcas de renombre.
No tener en cuenta el presupuesto disponible puede llevarnos a gastar más de lo necesario en calzado para correr, lo que puede afectar nuestro presupuesto general o limitar otras áreas importantes de nuestra vida.
Es importante establecer un presupuesto realista y ceñirse a él al buscar el calzado para correr. Investigar diferentes opciones y comparar precios puede ayudarnos a encontrar un calzado de calidad que se ajuste a nuestras necesidades sin gastar más de lo necesario.
No prestar atención a las recomendaciones de otros corredores
Aunque cada corredor es único y tiene diferentes necesidades, prestar atención a las recomendaciones de otros corredores puede ser útil al momento de cambiar de calzado para correr. Escuchar las experiencias y opiniones de otros puede ayudarnos a obtener información valiosa sobre marcas, modelos y características a considerar.
El error común es no prestar atención a estas recomendaciones y confiar únicamente en nuestra propia investigación o instinto. Si bien es cierto que cada persona es diferente y puede tener una experiencia distinta, las opiniones y comentarios de otros corredores pueden ser una referencia útil al momento de tomar una decisión.
Es recomendable leer reseñas en línea, participar en grupos de corredores en redes sociales o consultar con amigos o conocidos que sean corredores experimentados. Esto nos permitirá obtener diferentes perspectivas y tener una visión más amplia a la hora de elegir nuestro calzado.
No considerar el momento adecuado para cambiar de calzado
El momento adecuado para cambiar de calzado puede variar según cada corredor y las características del calzado. No tener en cuenta este factor puede llevarnos a utilizar un calzado desgastado durante demasiado tiempo o a cambiarlo antes de tiempo.
El calzado deportivo debe cambiarse en el momento en que empiece a mostrar signos de desgaste o pérdida de amortiguación. Sin embargo, esto puede variar según las características individuales de cada corredor y el tipo de calzado utilizado.
Es recomendable estar atentos a los signos de desgaste mencionados anteriormente y realizar un seguimiento de la cantidad de kilómetros recorridos con cada par de zapatillas. De esta manera, podremos tener una idea más clara de cuándo es el momento adecuado para cambiar de calzado.
No investigar sobre nuevas tecnologías y avances en el calzado deportivo
Finalmente, otro error común es no investigar sobre las nuevas tecnologías y avances en el calzado deportivo antes de cambiarlo. La industria del calzado deportivo está en constante evolución, y cada año se presentan nuevos modelos y tecnologías que pueden mejorar el rendimiento y la comodidad de los corredores.
No investigar sobre estas novedades puede llevarnos a perder oportunidades de mejorar nuestro rendimiento o proporcionar una mayor protección a nuestras articulaciones. Además, pueden existir tecnologías específicas para cubrir las necesidades de cada corredor, como sistemas de amortiguación personalizados o materiales más ligeros.
Es recomendable estar al tanto de las novedades y tendencias en el calzado deportivo a través de revistas especializadas, blogs o visitando tiendas especializadas. También es aconsejable preguntar a los expertos en calzado deportivo acerca de las últimas tecnologías y avances antes de tomar una decisión de compra.
Al momento de cambiar el calzado para correr durante el entrenamiento, es fundamental evitar cometer errores que puedan comprometer nuestra salud y rendimiento. Al considerar el tipo de pisada, el terreno de entrenamiento, nuestras necesidades individuales, el momento adecuado para cambiar, el presupuesto disponible y las recomendaciones de otros corredores, podemos tomar decisiones más acertadas.
Además, es importante estar al tanto de las nuevas tecnologías y avances en el calzado deportivo para aprovechar al máximo todas las ventajas que pueden ofrecernos. Recuerda que cada corredor es único, por lo que es fundamental tomar en cuenta tus propias características y necesidades al elegir el calzado adecuado.
Tomarse el tiempo para investigar, probar diferentes modelos y consultar a expertos en calzado deportivo puede marcar la diferencia entre una buena experiencia de running y una llena de lesiones y molestias. No subestimes la importancia de cuidar tus pies y piernas al correr, ya que son la base sobre la que se construye tu rendimiento deportivo.

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